Entrar en el mundo de Keytel, antes Hotusa Hotels, era entrar en un sector complejo: la distribución hotelera, es decir, la venta de habitaciones de hoteles a través de agencias de viaje, intermediando entre ambos.
En el caso concreto de esta marca había que hacerlo con una solución que a nivel de arquitectura encajara y facilitara la comprensión de la relación entre el resto de divisiones del grupo.
Y todo ello con el añadido de contar a un público con necesidades muy distintas (desde grandes hoteles a otros mucho más pequeños y menos profesionalizados) a los que se ofrecía un mix único de servicios más allá de la distribución en sí.
Marcas y sectores con problemas para dar con un argumento diferencial hay muchos, pero el caso de Keytel era especialmente difícil: había tantas razones para estar en Keytel que era imposible definirlo.