Una ida
y una vuelta
a través

del tiempo

ANTECEDENTES

En Guatemala, Botran es sinónimo de ron y, para los expertos en el destilado de caña de azúcar, Botran es sinónimo de una manera muy particular de hacer ron. En lugar de dejar que el ron envejezca olvidándolo en barricas, en la Casa Botran, en Quetzaltenango, el ron no pasa mucho tiempo quieto.

Es más, en las bodegas de la antigua Xelajú, sus líquidos encadenan periodos sucesivos en barricas distintas, tras los cuales son recombinados. Esos cruces, esa alquimia, ese viaje a través de la madera es lo que se llama añejamiento dinámico.

Botran deseaba lanzar una edición histórica que celebrara su rasgo distintivo y que también conmemorara la llegada de los cinco hermanos fundadores a Guatemala desde España.

SOLUCIÓN

Para ello, tuvimos la oportunidad de sumergirnos en la Casa Botran, sus archivos y aprender, matiz a matiz y barrica a barrica, como se configura la firma de un ron Botran y como las tres maestras roneras han recogido el testigo de los cinco hermanos Botrán.

Pronto descubrimos algo fascinante: las maestras roneras de Botran habían seleccionado unas barricas de vino español para dar el acabado final a este ron, tras pasar por antiguas barricas de whisky y de vinos olorosos.

Comprobando la documentación de la casa Botran y la que investigamos independientemente, llegó una constatación: las barricas adquiridas venían de cerca de Roa de Duero, el pueblo en el que nacieron los cinco hermanos Botrán.

Así, la oportunidad era clara: un ron que cuenta una historia verídica, un viaje de ida y vuelta, de la tierra del vino, a la tierra del ron.

Por un lado estaba la emigración de los hermanos desde la España de la época y  prácticamente un siglo más tarde, tres maestras roneras que defendían sus apellidos, regresaron simbólicamente a la tierra a la que no volvió ninguno de los cinco hermanos.

Este doble origen que devenía en destino lo simbolizamos a través de un nombre que ofrecía exotismo pero que es inspiraba en las dos localidades clave del nuevo líquido y de la historia de la familia Botrán.

La etiqueta y su storytelling se construyeron con datos reales y ficcionados a partir de archivos con una estética de imaginarios de viaje de distintas épocas.  Igual que en un blend de líquidos, la botella se construïa a través de una superosición de elementos creando un universo uniforme pero con complejidad interna. El viaje del pasado y el viaje del presente.

Para enriquecer el relato, llegamos a consultar el registro de pasajeros de la Compañía Transatlántica Española digitalizado por la Universidad de Cantabria en busca de hermanos Botrán y aunque no encontramos los documentos del viaje que seguro que realizaron, si descubrimos una señal definitiva de establecimiento en Guatemala: el viaje hacia el Nuevo Mundo de los padres de los cinco, el 19 de diciembre del 1922, acompañados de Alejandro Botrán.

VALORACIÓN

Probablemente el proyecto más estimulante en el que he trabajado, no solo por la oportunidad de conocer in situ la Casa Botran en Guatemala sino por la guía y la cata a través de las aromas de Botran con la maestra ronera Yasmin Chapetón. Catar el ron straight from the cask en la penumbra de la bodega en la que añeja tuvo algo casi místico, que luego queda reflejada en la historia del producto.

Un viaje que luego se completa al tener la oportunidad de bucear en los archivos digitalizados de la Compañía Transatlántica Española y con el cosquilleo del descubrimiento de los nombres de los padres de los hermanos Botran en los manifestos de los barcos.

La oportunidad de iluminar una marca con historias verídicas y sacarla de la penumbra de las bodegas no solo ha sido un reto sino casi un privilegio.

Datos del proyecto

Fecha del proyecto

2022/2023

Tareas

Inmersión, conceptualización, naming

Cliente

Licores de Guatemala

Agencia

Morillas