Si la sombra de la automatización se cierne sobre trabajos industriales y de construcción, la inteligencia artificial es lo que puede convertir en irrelevantes a las profesiones del conocimiento. Dediqué un artículo entero a reflexionar sobre la creatividad artificial, sus aplicaciones y sus riesgos para los creativos humanos pero ahora es el momento de mirar más allá y fijarnos en cómo impactará la cuarta revolución industrial en otras profesiones aparentemente poco automatizables.
Hablar de médicos, abogados, intérpretes o perfumistas como profesiones en riesgo de disrupción parece una apuesta muy arriesgada ya que en todas ellas hay un alto nivel de interacción humana y una elevada incertidumbre. Sin embargo, el potencial de transformaciones profundas en estros empleos no solo es alto, sino que es evidente si se mira hacia las tecnologías que se incorporarán o que ya se usan en sus campos.
Médicos: tecnologías del futuro para luchar contra enfermedades del presente
En medicina veremos cosas fascinantes: ya existen diagnósticos por inteligencia artificial pero lo que más llama la atención son los estudios médicos in silico, es decir en cuerpos simulados como ya se simulan ecosistemas para estudios científicos. Es decir: eventualmente no será necesario probar nuevos tratamientos hasta fases mucho más avanzadas de su investigación ya que todo funcionará con modelos informáticos. Así ni la medicina de cariz más diagnóstico ni la investigación están totalmente a salvo.
Otro flanco a tener en cuenta como derivado de la inteligencia artificial pero también de otros muchos avances médicos, es que algunos procedimientos llegarán a ser tan inocuos que no hará falta hospitalización, con lo que mucho personal de cuidados pasará a ser innecesario o deberá reconvertirse hacia esas profesiones donde sí serán requeridos (sobre todo en gerocultura).
Para los expertos en bioética hay cierto consenso en que aplicar la inteligencia artificial no va a ser la panacea porque no puede sustituir a un buen médico que tiene en la cabeza interrelaciones que las máquinas no conciben. Es decir, ahora mismo el mayor riesgo para el sistema sanitario y sus profesionales siguen siendo los recortes. ¿Pero y más adelante? Es obvio que estas tecnologías pueden ser una herramienta de cribaje, prediagnósitco y de democratización, especialmente para personas que no tienen acceso a herramientas fiables.
Aunque a medio plazo es altamente probable que muchos profesionales vivan una reconversión forzosa, seguirá habiendo tareas por hacer: desde establecer planes de salud en países en vías de desarrollo (donde, con máquinas o sin ellas, sigue habiendo mucho trabajo pendiente). Sin embargo, tampoco hay que olvidar que pueden aparecer nuevas enfermedades y dolencias derivadas de la contaminación e incluso del cambio climático sobre las que no habrá datos con los que alimentar los procesos de machine learning. Para nosotros podría ser una tragedia pero profesionalmente, es todo un reto para los médicos.
En todo caso, para terminar de entender el impacto en cada disciplina médica esta infografía de The Medical Futurist es realmente útil para profundizar. Pero, ¿qué pasará en otras profesiones?
Abogados con asistentes automatizados
Mientras que en España la administración de justicia es un campo poco digitalizado, lo que conlleva centenares de horas de miles de trabajadores humanos y retrasos crónicos por su infrafinanciación, un 40% de los abogados de las grandes corporaciones de EEUU usa TAR (technology assisted review), es decir asistentes de lectura: programas que leen documentos y deciden si son relevantes para el caso o la causa que tienen entre manos. Esta tarea hasta ahora era llevada a cabo por abogados especializados con lo que ahora, estas soluciones eliminan de raíz los escalafones más bajos de los departamentos legales y de los bufetes.
Todo ello puede tener repercusiones en la inserción laboral a corto plazo de muchos graduados en derecho, aunque el foco debería estar en los debates éticos que genera llevar la tecnología más allá, es decir, hasta una justicia impartida por inteligencia artificial. Los sesgos existentes, imbuidos en los programadores y en la misma jurisprudencia (que, por ejemplo, tiende a condenar más a pobres y a personas racializadas) se transmitan a un software con falsa impresión de neutralidad. Aunque pocos nos dejaríamos representar por un abogado robot o juzgar por una IA, lo cierto es que alimentar sus procesos de machine learning sería relativamente sencillo pues la justicia por definición documenta y archiva todos sus procesos y decisiones.
Intérpretes: hacer valer la especialización
Parece que los programas de traducción mejoran día tras día pero los traductores humanos siguen siendo necesarios. En este vídeo (en catalán) puede verse que, en principio, la inteligencia artificial agiliza y permite cubrir mayores volúmenes al sector. Es un estudio de caso perfecto perfecto cuyos patrones veremos repetidos con la tecnología de interpretación automática en directo que ya está disponible.
¿Has oído hablar de Pilot o Ambassador? Tienen forma de pinganillos o audífonos. Pero son traductores automáticos de voz. Como Google pero directamente en tu oído. Y sin embargo, de momento no se cargarán a los intérpretes como Google Translate no se ha cargado a los traductores.
Evidentemente esto es un análisis a corto y medio plazo, pero lo que probablemente sucederá: los traductores especializados y que actúan como garantía de calidad de un trabajo se han mantenido en la cresta de la ola a pesar del auge de los traductores automáticos. Los intérpretes profesionales seguirán en ello, sobre todo en ámbitos especialistas (comunicaciones científicas, periodismo, creatividad…). Lo que suceda a largo plazo, es una auténtica incógnita pero muy probablemente las dinámicas que veremos en la traducción tendrán su eco en la interpretación.
Perfumistas: olfato para reinventarse
Este caso es particularmente fascinante. Pocas profesiones tienen tanta mística alrededor como los perfumistas y utilizar inteligencia artificial para componer aromas cuando ni siquieras los podemos reproducir digitalmente (sí podemos emitir imagen, sonido e imprimri en 3d, por ejemplo) parece algo casi mágico.
Pero sí, al parecer, es posible aplicar la inteligencia artificial a algo tan poético y sutil como la creación de aromas y fragancias. Y ya está sucediendo: las mayores casas de fragancias del mundo ya confían en inteligencia artificial para sus procesos de desarrollo. Como mencioné al hablar de creatividad, la inteligencia artificial es especialmente buena encontrando lo que ni siquiera sabemos qué buscamos y eso la hace particularmente útil en campos creativos a pesar del mito de que no es capaz de dar soluciones inesperadas.
Sin embargo uno de los patrones básicos en sectores automatizados o industrializados es que, una vez implementada esa transformación, el público pasa a preferir la factura humana como símbolo de lujo y distinción. Es una de las herramientas de análisis de este magnífico y extenso artículo sobre los aprendizajes que nos dejó la revolución industrial sobre la tesitura actual. Así que, en el mundo de la moda y del lujo veremos como las fragancias creadas por humanos tienen un prestigio añadido mientras que los aromas comerciales destinados a ambientadores, productos de limpieza o alimentos probablemente sí tienen campo para ser producidos al por mayor por inteligencias artificiales.
¿Y qué pasará a largo plazo?
Si bien realizar previsiones a largo plazo nunca es fácil, resulta muy complicado pensar que a lo largo del siglo XXI no veamos sustituciones muy significativas de mano de obra humana por soluciones automatizadas en profesiones del conocimiento.
Es cierto que el coste de implementación, la regulación, la lucha laboral y las tendenicas del mercado pueden frenar a medio plazo muchas automatizaciones, como al parecer podría pasar con los vuelos autónomos.
Sin embargo, la inestabilidad asociada al desplazamiento tecnológico será una constante que ha venido para quedarse. Incluso muchas profesiones de reciente creación también podrían verse eliminadas tan rápido como han aparecido. Aviso para personal shoppers y cool hunters: Pinterest tiene un producto capaz de reconocer 2500 de millones de objetos y Fashion ++ de Facebook podrá hacerte recomendaciones de estilo. Nada es eterno y la única clave es seguir de cerca cada innovación y cada nuevo uso que se le da. Con productos como Instagram surgió toda una generación que lo ha integrado en su vida, en sus carreras y en su forma de consumo. El siguiente gran hit producirá cambios de paradigma parecidos.
La pregunta del millón para anticiparse es óbviamente el cuándo. Para averiguarlo, es cuestión de seguir leyendo e integrando datos para realizar previsiones con cierto fundamento. Algo que, por cierto, haría magníficamente bien una inteligencia artificial.